El Ex convento Franciscano de San Andrés Calpan es uno de los tres conventos poblanos incluidos en la declaración de Patrimonio de la Humanidad. A la llegada de la orden franciscana en 1524, para organizar la evangelización de los territorios arribaron 12 frailes los que se dividieron en México, Puebla, Tlaxcala, Texcoco y Morelos como primer paso para incursionar y evangelizar a poblaciones aledañas. Es así como inició la construcción del Ex convento en Calpan bajo la dirección de Fray Juan de Alameda en 1548, el cual es uno de los conventos franciscanos mejor conservados del siglo XVI y forma parte de los primeros monasterios construidos en las laderas del Popocatepetl.
La importancia de esta construcción radica principalmente en la fachada del templo, que sumada a las cuatro capillas posas, constituyen uno de los conjuntos más notables del siglo XVI en México y es considerada una joya de la arquitectura del virreinato.
Este convento está lleno de simbolismos y sincretismo que nos da una idea del mundo prehispánico latente en Calpan y su fusión con el colonial. Es sin duda el tesoro arquitectónico de este histórico lugar, en cuyas capillas se combinan estilos como el Mudéjar, el Plateresco Gótico y el Renacentista-plateresco, junto con el arte mesoamericano que dieron lugar al arte tequitqui, que para muchos críticos es la prueba de un «arte totalmente mexicano».
Las capillas posas, que son construcciones ubicadas en los extremos del atrio, su nombre se deriva del verbo posar, y era por que ahí se posaba al santísimo en las pausas que se hacían durante las procesiones que tenían lugar en el atrio. Estas procesiones salían del templo y avanzaban por el atrio en sentido contrario a las manecillas del reloj.
Las cuatro capillas posas del Ex Convento Franciscano de Calpan están dedicadas a San Francisco, San Miguel, San Juan y la Virgen María.
La Parroquia de San Andrés Calpan con su característica de color calizo se encuentra a un costado de el Ex Convento Franciscano.
Esta parroquia se encuentra un cuadro de arte plumario de San Andrés Apóstol, la utilización de plumas para decoración de obras de arte, cuyo nombre oficial es plumaria, fue una técnica artística muy reconocida e importante durante la época prehispánica y durante los periodos coloniales, los cuales fueron de gran influencia para construir lo que se conoce como el México actual.
En el municipio de Calpan, en el estado de Puebla, existe el único monumento en el país que rinde homenaje a la leyenda del idilio que tuvieron el guerrero Popocatépetl y la doncella Iztaccíhuatl, asociada a la formación de los volcanes, que forman parte de la Sierra Nevada, pues se narra que al morir ambos personajes que dieron vida a las montañas que hoy custodian a este sitio.
Se trata de una escultura que fue elaborada en bronce, la cual sustituyó a la vieja y modesta rotonda o glorieta de piedra de cantera en la que convergen las carreteras Huejotzingo-Calpan y Cholula-Calpan, llamado comúnmente por sus habitantes como “El Crucero”.
El conjunto está formado por una rotonda que surge de la inflorescencia de un girasol retomado de los rosetones tallados en piedra de la capilla posa, dedicada a la Virgen María del exconvento franciscano del Siglo XVI, declarado por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1994, ubicado en el mismo municipio; y por una escultura de bronce de 3.60 metros de frente al oriente, del artista plástico originario de Tehuacán, José Antonio del Sagrado Corazón Haghenbeck.
Esta escultura representa la leyenda prehispánica de amor y tragedia. En la cosmovisión de los pueblos originarios los volcanes eran personas, de ahí el origen de la leyenda. La obra representa a un hombre indígena ataviado con un penacho, taparrabo (maxtlatl), tilma o capa (tilmatli) y huaraches. Su tilma y sus rodilleras llevan rosetones de girasoles que el escultor incorporó como parte del sincretismo cultural y religioso de los pueblos prehispánicos y los españoles. Su pose es cabizbaja y con un pie por delante del otro; y sostiene entre sus brazos a una mujer que yace sin vida.
El conjunto escultórico fue inaugurado el 29 de julio de 2018 y se estima que pesa 1.5 toneladas. Está hecho de bronce y aleación, cuenta con una altura de 3.60 metros hasta el penacho del joven guerrero, mientras que el cuerpo de Iztaccíhuatl tiene una longitud de 2.70 metros
La barranca de Actiopan es la principal barranca en Calpan, por esta pasa un río perenne del mismo nombre que se une al este con el Río Atoyac que nace en la vertiente oriental de la Sierra Nevada (la Iztaccíhuatl, el Popocatépetl, el Telapón, Tláloc y el Papayo) y riega el extenso valle de Puebla-Tlaxcala, en el sur del municipio de Puebla es embalsado en la presa de Valsequillo.
Este sirio es ideal para realizar actividades de senderismo, la barranca ofrece diversos caminos para el descenso con paisajes increíbles, donde se respira aire puro y se siente el contacto directo con la naturaleza. Al fondo de la barranca se puede seguir el río hasta llegar a una pequeña cascada, hay espacios idóneos para pasar un día en familia, encontrarás manantiales que invitan a abstraerse del trajín diario, también están las ruinas de lo que fue una refresquera y fábrica de aguardiente que cerró hace ya algunas décadas
El teotón es una pirámide cubierta por tierra que se camuflajea como cerro, lo puedes visualizar desde la entrada a Calpan, lo identificaras de inmediato como el cerro en forma de pirámide en cuya cima se vislumbra una pequeña construcción, la cual es una capilla.
El Teoton aún tiene muchos secretos que revelar, y la clave podría ser un mapa de hace aproximadamente 450 años, uno que muchos historiadores y arqueólogos creen que puede ser importante para descubrir una estructura piramidal sagrada perdida en la historia, el mapa muestra la imagen de una de las pirámides escalonadas más grandes del mundo, una pirámide que sigue sin ser revelada y a la espera de ser explorada oficialmente.
El aparente cerro natural que es venerado aún en nuestros tiempos por las comunidades aledañas, este cerro que se cree guarda la misma pirámide indicada en el mapa de Cuauhtinchan.
A los pies de este cerro en terrenos aledaños se han encontrado collares, sellos prehispánicos, platos usados para ofrendas entre otros objetos, el Instituto Nacional de Antropología e Historia revisaron las piezas y determinaron que tienen una antigüedad de 1200 hasta 2000 años y que corresponden a diferentes culturas, por lo que se interpreta que el Teotón era un centro de colaboración cultural en esos tiempos, pues se cree que muchas culturas venían a hacer ofrendas, lo que lleva a pensar que era una de las pirámides más importantes de su época.